viernes, 6 de abril de 2012

"Galletas de avena"



Como en esta casa gustan tanto las galletas, aunque reconozco que las reinas son las cookies de choco, pues hay que estar inventando para ofrecer un poco de novedad a estos piratas.

Tenía avena en la despensa desde hace bastante tiempo. De eso que compras y dices "¿a ver para qué lo uso? y de pronto llegó la brillante idea de preparar estas galletas. 

He mezclado un par de mis recetas de cabecera de galletas y han salido unas galletas bastantes buenas y sanas.


Ingredientes

  • 100 gr. de mantequilla
  • 75 gr. de avena en copos
  • 125 gr. de harina de trigo
  • 1 huevo
  • 80 gr. de azúcar moreno
  • 30 gr. de azúcar blanco
  • Una pizca de sal
  • Una cucharada de postre de levadura química

Preparación

Deshacemos la mantequilla en un bol y cuando esté líquida añadimos los dos tipos de azúcar.

Batimos con una varillas hasta que el azúcar esté casi deshecho. Después añadimos el huevo y seguimos batiendo.

A esa mezcla añadimos la harina, la sal y la levadura.

Mezclamos bien y colocamos la masa en forma de cilindro en papel transparente y la dejamos reposar en el frigorífico una hora o en el congelador 30-40 minutos.

Transcurridos este tiempo comenzamos a dar forma a las galletas. Procurad hacerlas pequeñas porque aumentan de tamaño y como os he dicho en alguna ocasión se convierten en "galletones".

Colocamos en la bandeja de horno papel vegetal y vamos colocando las galletas formadas.




Precalentamos el horno a 180º.

Antes de meterlas en el horno batimos un huevo y pintamos las galletas, y después les espolvoreamos copos de avena por encima.

Y al horno durante 15 minutos, o cuando las veáis doradas.

Las sacáis del horno y las dejáis enfriar en una rejilla.

Disfrutadlas!!!

jueves, 5 de abril de 2012

"Tarta Guinness"

  
Es evidente que esta receta llega con bastante retraso porque la idea original era celebrar el día de San Patricio con esta preciosa y sabrosa tarta.

El 17 de marzo es el día en el que se celebra la muerte de este santo que nació en Escocia pero dejó su huella en Irlanda.

San Patricio nació en el 387 en Kilpatrick, en Escocia. Su padre era oficial del ejército romano. Los piratas irlandeses lo tomaron prisionero cuando tenía 16 años y lo vendieron como esclavo. Pasó seis años en Irlanda, allí aprendió a hablar el idioma celta. Consiguió fugarse y se marchó a Francia donde se ordenó sacerdote. Con 46 años decide volver a Irlanda y evangelizar a sus habitantes respetando siempre tradiciones y costumbres. San Patricio permaneció en Irlanda hasta su muerte el 17 de marzo del año 461.
El color verde con el que identifica al santo proviene de que cuando tenía que explicar el concepto de Santísima Trinidad utilizaba un trébol.


Algo que me parece curioso es ver la relevancia que ha tomado esta festividad en muchas de nuestras ciudades. Se ha convertido en una fiesta colorida y alegre, con jóvenes tocados por enormes sombreros verdes y negros. Y a mi me parece genial que "adoptemos" fiestas divertidas. 

Esta tarta es mucho más fácil de lo que parece aunque es fundamental utilizar ingredientes de calidad, no escatiméis en eso porque merece la pena el resultado. 


Ingredientes

Para la tarta
  • 250 ml cerveza negra Guinness tipo stout
  • 250 gr. mantequilla
  • 75 gr. cacao en polvo (utilicé Valor)
  • 350 gr. azúcar
  • 140 ml. de nata líquida para montar
  • 2 huevos
  • 250 gr. harina para repostería
  • 2′5 cucharadas de postre de bicarbonato


Para el frosting (el frosting es una cobertura cremosa que se utiliza en diversas recetas de repostería y que en este caso lleva queso cremoso)
  • 300 gr. queso tipo Philadelpia
  • 150 gr. azúcar glas
  • 360 ml. nata líquida para montar

Sale mucha cantidad de frosting, necesitaréis aproximadamente la mitad; yo congelé el resto en un recipiente de plástico.

Preparación

Se vierte la cerveza en un cazo y se calienta a fuego medio, no dejando que hierva. Cuando la cerveza esté caliente se añade la mantequilla que habremos cortado a trozos. Removemos hasta que la mantequilla esté bien derretida. Retiramos del fuego y reservamos.
Ponemos el cacao, el azúcar, la harina y el bicarbonato en un bol y lo mezclamos bien hasta que veamos los ingrediente bien ligados.
En otro bol o fuente ponemos la nata líquida y los huevos y lo mezclamos, con un batidor manual.  Removemos hasta que la mezcla sea uniforme y añadimos el contenido del cazo, mantequilla y cerveza. Seguimos removiendo hasta todos los ingredientes estén integrados.
Cuando hayamos mezclado todos los ingredientes líquidos añadimos los ingredientes secos con unas varillas. Mezclamos enérgicamente  hasta que la masa sea uniforme y sin grumos. Queda una masa muy liquida pero luego solidifica perfectamente bien.
Preparamos un molde redondo de 22-24 centímetros, lo engrasamos con mantequilla.
Precalentamos el horno a 180º. Vertemos la masa en el molde y metemos el molde en el horno durante aproximadamente 50 minutos. Estará listo cuando lo pinchemos y veamos que sale limpio.
Cuando transcurra este tiempo lo sacamos del horno, lo dejamos enfriar y desmoldamos en el plato en el que lo vayamos a presentar.
Mientras la tarta está en el horno preparamos el frosting mezclando el queso y el azúcar con una batidora de varillas. Con seguiremos una crema suave.
Previamente habremos montado la nata. Cuando esté preparada la nata añadimos la mezcla de queso y azúcar. Mezclamos con delicadeza hasta que esté todo integrado.
Y cubrimos la tarta con el frosting. Como he dicho antes es mucha cantidad por lo que da pena desperdiciar lo que sobra.



Solo decir que no me gusta la cerveza y me muero de ganas por ir a Irlanda, tiene gracia!! Así que pienso ponerme manos a la obra y aprender a disfrutar de una buena Guinness, empezando por esta tarta, y llegar a Irlanda preparada para celebrar San Patricio y lo que haga falta.